Entradas

7000 millones de habitantes en este mundo  y me tuve que fijar en ti. Las 3 de la madrugada y aquí me tienes. Loca y cuerda. Cuerda y loca. Pero solo pensando en aquel beso furtivo que un día me robaste. Y así, uno tras otro, te fui regalando mi vida. Mi aliento. Mi cuerpo. Y mi mente.  Juega a vernos. No me esquives. Disfruta juntos el recorrido hasta el fin. Vuelve a quererme como las noches en el coche hasta el amanecer. No acabes. No me consumas. Acaba el sorbo de esa cerveza y vuelve a cantarme esa canción. Somos tu y yo, como siempre. O como nunca. 

El humo de tu cigarro.

Y ahí estábamos, dos almas perdidas que solo se entendían ellos mismos. No creíamos parecernos, pero nuestros instintos más primitivos nos hicieron vulnerables. Recuerdo que hacía frío, y quizás no consigo saber el día en el que pasó todo. En el que se aceleró mi corazón, mis ojos brillaban, y hablaba más de tí que de nadie. Corrí todo lo posible para alejarme, pero mis pies estaban tan cansados y doloridos que decidieron frenar. Y tú seguías en el mismo lado en el que te había dejado. A dos centímetros de mi. Quizás la única que decidió alejarse fue mi cabeza, pero mi cuerpo no quería. Y cuando me di cuenta, estaba contigo durmiendo en un sofá viejo que nos pareció el lugar más cómodo del mundo. Me besaste, y sentí que esa noche no quería que acabase, que quería acostumbrarme a ti y a tus manías, al humo de tu cigarro , a dormir apoyada en tu brazo, a poder decir que eres mío. Ya había caído, y no me estaba dando cuenta de nada. Caí en tí, como un niño cae en su madre, o un cuerpo sin

Te quiero a ti.

Deseo tu cuerpo. Tu forma de mirarme. El como me acaricias cuando estoy en tu cama. Tus besos que me matan. Y esos mordiscos que me enrabietan. Tus ganas de sentirme. De decir estupideces. Y de decirlas en el momento menos adecuado. Deseo tu tiempo para quitartelo todo de golpe estando conmigo. Tus brazos. Tu pecho, en el que me podia quedar todas las noches del resto de mi vida. Deseo tus ganas de vivir, tu forma de hacerme sentir mas rara que nadie. Deseo tus dias con sus noches, tus planes en los que un dia me incluiste, tus enfados y tus reconciliaciones. Te deseo a ti. Te quiero a ti.
Imagen
Tazas negras con el veneno de la sociedad mezclado con whisky barato de un bar de carreteras. Taburetes pegados a la barra, en la que se encuentra una apetecible chica morena vestida con un vaquero mas corto de lo que jamas te podías imaginar y una camiseta de cuadros roja y negra. Su aspecto es más descuidado que ninguno, pero para esos diez minutos en los que dura tu bebida, te parece la camarera más bella y dulce. Mesa con un padre y su hijo comiendo una grasosa hamburguesa. Dos mesas mas atrás, un camionero tomando se un café caliente, tan caliente que su lengua arde mas que si estuviera pudriendo se en el mismísimo infierno, del cual ha salido esa noche para intentar cazar a alguna mujer que este haciendo autostop cerca de un pueblo pequeño. Fuera, una noche cerrada con una luna que se camufla entre las nubes. Los arboles danzan al son del viento, y el pelo siento como acaba tapando mi cara y moviendo se de un lado a otro, haciendo que mi cuello se encuentre helado y sin nadi

.

Tengo un templo a mi dios, un templo maldito, lleno de velas y malos presagios. Tengo un don, el don de cagarla. De pedir en mi templo todo que aquello no se consigue por si solo. Tengo un templo, un templo de amor. De pasiones desenfrenadas y besos dulces. De ropa tirada en el suelo de la habitación. De juegos en tu cuerpo. Tengo un templo, un templo de la añoranza. De recordarte sin quererlo. De ser quien no quise o siempre decidí no serlo. De echar de menos cosas que una vez eche de mas. Tengo un templo, un templo en el que rezo todas las noches para volver a toparme con esos ojos que un día me envolvieron sin quererlo. Un templo en el que puedo ser una niña tonta escribiendo poesía a las tantas de la madrugada sin que nadie lo sepa. Y en realidad, ese templo no es mas que un lugar con el que todas las noches sueño y con el que todas las mañanas imagino. Una válvula de escape para no pensar. O quizás para pensar demasiado. Un lugar donde lo único que necesito son palabras

Necesitaba sentirme bien. Necesitaba saber que a alguien le importaba. Necesitaba saber que estabas ahi, que no te habias ido, que me esperabas. Necesitaba saber que me querias tanto como para no verme en un año. Necesitaba entender lo que querias, y me querias a mi. Solo a mi. Y no me importa nada mas. Porque quizas solo sean palabras, pero con eso me basta. Y tener tus besos tanto como he soñado, sentirme amada y unica despues de tanto que he pasado. Sentirme tuya. Y tu unicamente mio. Y no se que hare, pero ya me volvi loca por ti una vez, y este verano no pienso desperdiciarlo. Este verano, sere yo. Contigo. Un pequeño nosotros construido de la nada. Por que en realidad, lo unico que necesitaba saber en esta vida es que me necesitas tanto como yo a ti.
Las palabras de una persona son imposibles de borrar. Sus hechos jamas podras olvidarlos y sus traiciones quizas siempre se queden en el rincon de la duda. Lo malo de todo esto, es que ya sea por rencor o por añoranza, estas en mi cabeza. E intento separarme, pero haces muy dificil que lo consiga. Si vas a olvidarme y acabar con esto, por favor ignorame. Porque si no me ignoras, me va a ser tan complicado olvidarte que nunca voy a salir de ese agujero. Y solo espero que lo entiendas, y puedas hacerlo tan bien como lo hiciste hace un tiempo.